miércoles, 5 de enero de 2011

Omiya-2

Otro vivero que me ha gustado mucho es Toju-en, donde he coincidido con un aleman y su chica. Hemos conseguido descifrar los precios, que estaban en caracteres japoneses y nos hemos tirado como lobos sobre los itoigawas pequenos. Ains, que falta de voluntad, he vuelto a pecar.









He vuelto a Tokio a todo correr para recoger las maletas del hotel y marchar a Kioto en el Shinkansen, pero eso ya es otra historia. Permitidme que me despida hoy con un par de fotos de ayer.




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